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Nuestros
gatos son NEGATIVOS del gen PKD1. Resultados
mediante test de ADN, realizados en el
Laboratorio de Genética Aplicada de la
Sociedad Rural Argentina.
DNA PKD1
NEGATIVE CATTERY |
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ARTÍCULOS
III
Artículos Extraídos del
libro:
"Guía para comprender a los gatos"
– de Desmond Morris
Escritor, zoólogo y pintor,
Desmond Morris es un hombre de notable talento, ha observado y estudiado a casi
todos los miembros de la familia felina. Explica Morris:
-
“El gato lleva una doble vida. Ningún otro animal ha alcanzado a tener
una relación tan íntima con el hombre sin perder su independencia de
movimientos y de acción. La gente cuida y mima a sus gatos, pero conoce poco y
nada sobre las complejidades de su vida social, su comportamiento sexual o su
instinto cazador.”
A continuación ofrecemos artículos de este
libro, que son realmente interesante para comprender a nuestros queridos gatos.
¿
Por qué el gato ronronea ?
La respuesta parece bastante
obvia. Un gato que ronronea es un gato contento. Eso seguramente debe de ser
verdad. Pero no lo es.
Repetidas observaciones revelan
que los gatos con grandes dolores, lastimados, en trabajo de parto e incluso
agonizando, a menudo ronronean con tono fuerte y durante largo rato. Esos gatos
difícilmente podrían llamarse contentos. Por supuesto, es verdad que los gatos
contentos también ronronean, pero la satisfacción de ninguna manera es la única
condición para ronronear.
Una explicación más precisa, que
satisface todos los casos , es que el ronroneo señala un humor amistosamente
social y puede darse como una señal para el veterinario en la que el gato
enfermo indica que necesita un trato amistoso, o una señal para su dueño,
agradeciendo el trato amistoso recibido. El ronroneo empieza cuando los gatitos
tienen solamente una semana de vida y su uso principal es cuando la madre los
amamanta. Entonces funciona como una señal para la madre, diciéndole que todo
está bien y que la leche les llega en forma satisfactoria.
La gata madre puede permanecer
acostada, escuchando los gratificantes ronroneos y saber, sin tener que mirar,
que no hay inconvenientes. Ella a su vez, ronronea para que sus gatitos mientras
los amamanta, diciéndoles que también está relajada y atendiéndolos. La
costumbre de ronronear entre los gatos adultos (y entre gatos adultos y humanos) es casi con seguridad algo
secundario y deriva de su contexto primario en la relación de la madre con su
cría.
Una importante distinción entre
gatos pequeños, como nuestras especies domésticas y los grandes gatos, como
los leones y tigres, es que estos últimos no pueden ronronear adecuadamente. El
tigre puede saludarlo con un amistoso “ronroneo de una sola dirección” –
una especie de tartajeante gruñido – pero no puede producir el ronroneo de
doble sentido de los gatos domésticos, que hace zumbar su nariz no solamente
con cada exhalación (como el tigre) sino también con cada inhalación. El
ritmo de exhalación/inhalación del ronroneo gatuno puede hacerse con la boca
firmemente cerrada ( u ocupada con el pezón) y puede continuar durante horas
sin interrupción si las condiciones son las adecuadas. Con respecto a eso, los
pequeños gatos son superiores a sus gigantescos parientes, pero los grandes
gatos tienen otra característica que los compensa, pueden rugir, algo que los
pequeños gatos no pueden hacer.
¿
Por qué al gato le gusta que lo acaricien?
Porque consideran a los humanos
como “gatas madres”. Los gatitos son lamidos repetidamente por sus madres
durante su más temprana edad y el acto de la caricia humana produce la misma
sensación en la piel que cuando lo lamen. Para el gatito, la gata madre es
“la que lo alimenta, limpia y protege”. Como los humanos continúan haciendo
eso con sus mascotas mucho después que dejaron atrás su época infantil, los
animales domésticos nunca maduran del todo. Alcanzarán el crecimiento total y
la madurez sexual, pero en sus mentes siguen siendo gatitos en la relación con
sus dueños.
Por esa razón los gatos –
incluso los gatos más viejos – siguen pidiendo la atención maternal de sus
dueños, molestándolos y mirándolos anhelosamente, esperando la
pseudo-maternal mano para que comience a actual como una gigantesca lengua,
alisando y estirando su pelaje. Un movimiento característico que realizan
cuando van a acariciarlos, al mismo tiempo que reciben a sus “madres” es la
rígida erección de las colas. Esa es una reacción típica de los gatitos
cuando reciben la atención de sus verdaderas madres y es una invitación para
que ellas les examinen la región anal.
¿Por
qué el gato rasguña el tapizado de nuestra silla favorita ?
La respuesta habitual es que el animal se está afilando las uñas. Eso es verdad, pero no en la forma en que la mayoría de la gente imagina. Porque lo consideran como si se afilaran las puntas romas, de la misma manera en que los humanos mejoran la condición de los cuchillos desafilados. Pero lo que ocurre realmente es que sacan las envolturas de las uñas viejas para dejar al descubierto las resplandecientes uñas nuevas que están debajo. Es más parecido al cambio de piel de una víbora que al afilar el cuchillo que cocina. Algunas veces, cuando la gente recorre con las manos el lugar donde el gato estuvo desgarrando el mueble, encuentra lo que cree que es una uña rota y temen que el animal se haya enganchado las uñas en algunos hilos resistentes, lastimándose la pata. Pero la uña "arrancada" no es más que la antigua capa exterior que ya estaba lista para ser descartada.
Los gatos no emplean esos poderosos movimientos de "asentamiento" (como si fuera una navaja) con las patas posteriores . En lugar de eso usan sus dientes para masticar las capas exteriores antiguas de las uñas de las patas traseras.
Una función, segunda en importancia, de asentar con las patas delanteras es la de ejercitar y fortalecer la contracción y proyección del mecanismo de las uñas, tan vital para atrapar una presa, pelear y trepar.
Una tercera función, que la mayoría de la gente no sospecha, es la de marcar con su aroma. Hay glándulas aromáticas en el lado de debajo de las patas delanteras del gato y ésas son las que se frotan vigorosamente cuando rasguña el tapizado de un mueble. Ese rítmico movimiento, pata izquierda, pata derecha, hace salir ese aroma sobre la superficie del género y lo penetra, depositando la firma personal del gato en el mueble.
Esa es la razón por la cual siempre es nuestra silla favorita la que se recibe la mayor atención, porque el gato está respondiendo a nuestra propia fragancia personal y agrega la de él.
Algunas personas compran en la veterinaria una costosa columna para que el gato rasguñe allí, que está cuidadosamente impregnada con hierba gatera, para que le resulte atractiva y se sienten amargamente desilusionadas cuando el gato la ignora rápidamente y vuelve a rascar el mueble. El problema se puede resolver colgando una vieja camisa transpirada sobre la columna (rascador) pero si el gato ya ha elegido una silla o una parte de la casa como su "columna para asentar las uñas" será muy difícil cambiar ese hábito.
Desesperados, algunos dueños de gatos recurren a la cruel práctica de hacer arrancar las uñas a sus gatos. Además del dolor que les produce, también se daña psicológicamente al gato y se lo coloca en seria desventaja cuando quiere trepar, cazar y en las relaciones con otros gatos.
¿Por qué el gato da vueltas y se queda de espaldas cuando nos ve?
Cuando usted entra en una habitación en donde hay un gato acostado en el piso, durmiendo, y lo saluda con unas pocas palabras amistosas, responderá dando una vuelta y quedándose de espaldas, estirando las patas todo lo que pueda, bostezando, ejercitando as uñas y sacudiendo amablemente la punta de la cola. Mientras realiza esos movimientos, lo mirará fijamente, controlando su reacción. Esa es la forma que tiene el gato de ofrecerle una reacción pasivamente amistosa y es algo que solamente otorga a los más allegados. Pocos gatos se arriesgarán a dar ese recibimiento a una persona desconocida, porque la postura panza arriba coloca al animal en un estado de vulnerabilidad. En realidad ésa es la esencia de su amistad. En efecto, el gato está diciendo: "Me doy vuelta para mostrarte mi panza y probarte que confío tanto en ti como para adoptar una postura tan vulnerable".
Un gato más activo se apresurará a acercarse y comenzará a frotarse contra usted como una forma de amistoso saludo, pero un gato soñoliento preferirá la demostración de ponerse panza arriba. El bostezo y la estirada que lo acompaña es el reflejo de la somnolencia del animal; una somnolencia que está preparado para interrumpir por un momento y no mucho más. El leve movimiento de la cola indica que allí hay un pequeño elemento de conflicto, un conflicto entre permanecer extendido y saltar para aproximarse al recién llegado.
No siempre es seguro el suponer que un gato que se pone panza arriba está preparado para permitir que le acaricien la suavidad de esa parte del cuerpo. Puede parecer que está ofreciéndole esa opción, pero frecuentemente, el intento de responder con una mano amistosa se encuentra con una bofetada de una pata irritada.
La región de la panza está tan bien protegida por el gato que encuentra que el contacto es desagradable, excepto en las relaciones en las que el gato y su dueño humano han desarrollado un alto grado de intimidad. Un gato, así ,confiará en su familia humana como para permitirle prácticamente todo. Pero lo más típico es que los gatos cautelosos marquen la línea para evitar los acercamientos a sus partes más suaves.
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En parte es para tener un amistoso contacto físico con usted, pero hay más que eso.
Habitualmente el gato comienza por presionar contra usted la parte de arriba de la cabeza o el costado de la cara, luego lo frota con todo su flanco y finalmente enrosca levemente la cola alrededor de su pierna.
Después de eso mira hacia arriba y repite el proceso, algunas veces, durante un rato.
Si usted se agacha y acaricia al animal, se frotará con más fuerza , a menudo empujando el costado de la boca contra su manos y con la parte de arriba de la cabeza. Entonces finalmente completa su ritual, se sienta y comienza a lamerse los flancos.
Todos esos elementos tienen un significado especial.
En esencia, lo que el gato hace es llevar a cabo un intercambio de olores entre usted y él. Hay una glándulas especiales en las sienes y en la abertura de la boca. Otra está situada en la raíz de la cola. Sin que usted se de cuenta, su gato lo ha marcado con el olor de esas glándulas. Las fragancias felinas son demasiado delicadas para nuestras toscas narices, pero es importante que los amistosos miembros de la familia gatuna compartan el aroma de esa manera .
Eso hace que el gato se sienta más en su hogar con sus compañeros humanos .
Y para el gato es también muy importante poder leer nuestras señales aromáticas. Eso se consigue por la parte del saludo en que frota su flanco contra nosotros, a eso sigue el momento en que el gato se sienta y nos saborea con su lengua por el simple proceso de lamer la piel que acaba de frotar tan cuidadosamente contra nosotros.
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Uno de los problemas que tienen los gatos para adaptarse a sus compañeros humanos es que nosotros somos muy altos para ellos.
Oyen nuestras voces desde lo que es, para ellos, una gran altura y les resulta difícil saludar a tales gigantes de la manera habitual.
¿Cómo pueden realizar el típico saludo gato-a-gato frotándose la cara uno con el otro? La respuesta es que no pueden.
Tienen que hacerlo frotándose contra nuestras piernas o contra la mano que se inclina. Pero en su naturaleza está el dirigir su saludo hacia la región de la cabeza y por eso hacen un movimiento con esa intención: levantar las patas delanteras juntas, alzando el cuerpo por un instante antes de dejarse caer otra vez para recuperar su habitual postura sobre las cuatro patas.
Ese salto de saludo es así un resto del rasgo característico del contacto cabeza a cabeza.
La pista para esta interpretación proviene de la forma en que los gatitos saludan a su madre cuando regresa a la cucha. Si son los bastante grandes para que sus piernas tengan la fuerza suficiente para el "salto", los gatitos realizarán una modesta versión del mismo movimiento, empujando sus cabezas hacia la gata madre.
En el caso de ellos, no tiene que ir muy lejos y la madre los ayudará bajando la cabeza hacia ellos, pero el incipiente salto es suficientemente claro.
Como en todos los saludos en los que se refriega contra nosotros, el contacto cabeza a cabeza es el método felino de mezclar los olores personales y convertirlos en olores familiares compartidos.
Algunos gatos usan de su iniciativa para recrear un mejor contacto de cabeza cuando saludan a sus amigos humanos. En lugar del casi lastimoso saltito simbólico, se suben a un mueble cerca del humano y usan esa elevada posición para estar más cerca y tener un frote cara a cara más efectivos.
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¿
Por qué el gato nos amasa la
falda con las patas
delanteras? |
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Todos los dueños de gatos han experimentado el momento en que sus gatos saltan y con movimientos cuidadosos se acuestan en la falda. Después de una corta pausa comienzan a amasar, primero con una pata delantera y luego con la otra, alternando los movimientos como si amasaran o hicieran masajes. El ritmo es lento y deliberado, como si el animal marcara el tiempo de ese lento movimiento. Cuando el movimiento se hace más intenso, se siente el pinchazo de las uñas y en ese momento en general el dueño se siente irritado y echa al gato o lo deja amablemente en el suelo. El gato se muestra claramente molesto por ese rechazo y los dueños también se sienten molestos cuando, al cepillarse los pelos de gato que le quedaron en la falda, descubre que el animal babeaba mientras lo amasaba. ¿Qué significa eso?
Para encontrar la respuesta es necesario observar a los gatitos cuando maman. Entonces se podrán observar los mismos movimientos, con las pequeñas uñas de los gatitos amasando la panza de la madre. Esos son los movimientos que estimulan el flujo de la leche de los pezones y el babeo es parte del anticipado hacerse agua la boca por el delicioso alimento que llega. Ese "pisar la leche", como se llama, se hace muy lentamente y siempre se acompaña de un fuerte ronroneo. Lo que sucede cuando el gato adulto salta sobre la falda de su dueño humano y lo amasa, debe ser interpretado como una parte de la conducta infantil. Parecería que cuando el dueño se sienta de una manera relajada, el gato recibe la señal: "Soy tu mamá acostada lista para alimentarte dándote la teta". Entonces el gato adulto hace una regresión, se acurruca, ronroneando y comienza a hacer los movimientos para conseguir la leche.
Desde el punto de vista del gato ese momento es cariñoso y cálido y ser echado por el dueño al que las uñas pinchan es algo inexplicable. Ninguna buena gata madre se portaría de forma tan negativa, pero la gente reacciona en forma muy diferente. Para los gatos, los humanos son figuras claramente maternales, porque les dan leche (en un plato) y otros alimentos y se sientan ofreciendo la falda como una invitación, pero una vez que se produce la infantil reacción de amasar para que salga la leche, de golpe y misteriosamente se molestan y alejan al pseudogatito de ellos.
Este es un ejemplo clásico de la forma en que las interacciones entre los humanos y los gatos pueden llevar a malentendidos. Muchas de esas cosas pueden evitarse al reconocer el hecho de que un gato doméstico adulto sigue siendo un gatito en la conducta hacia sus pseudopadres humanos.
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¿
Por qué el gato
entierra sus excrementos? |
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Esta acción siempre se menciona como una indicación de la fastidiosa pulcritud del gato. Los dueños de perros
desprolijos a menudo son enfrentados con ese hecho por sueños de gatos que insisten en la superioridad de los gatos sobre los perros. Esa favorecida interpretación del enterrar los excrementos como una señal de la higiene del gato, no resiste, sin embargo, una investigación más detenida.
La verdad es que el gato entierra sus excrementos como una forma de tapar el olor que deja. El enterrar los excrementos es el acto de un gato subordinado, temeroso de su ubicación social. La prueba se encuentra cuando se examina de cerca la vida de los gatos salvajes. Se ha descubierto que los dominantes gatos machos, lejos de enterrar sus excrementos, en realidad los dejan en pequeños montículos "como un aviso" o en cualquier lugar elevado de su zona, en donde el olor pueda tener el máximo efecto. Solamente los gatos más débiles , los sometidos, son los que ocultan sus excrementos. El hecho de que nuestros gatos domésticos siempre lleven a cabo esa cuidadosa rutina es la medida de cómo se ven dominados por nosotros (y también quizá por otros gatos del vecindario). Esto en realidad no es tan sorprendente. Nosotros somos físicamente mucho más fuertes que ellos y dominamos completamente ese elemento tan importante en la vida gatuna: la comida.
Nuestra dominación existe desde su niñez en adelante y nunca se duda de eso. Incluso los grandes gatos, como los leones, pueden ser mantenidos en ese papel de subordinados durante toda la vida por sus amistosos dueños, así que no es extraño que el pequeño gato doméstico tenga un permanente temor reverencial por nosotros y , por consiguiente, se asegure siempre de dejar enterrados sus excrementos.
Por supuesto el tapar los excrementos no borra por completo las señales del olor, pero las reduce drásticamente. De esa manera el gato continúa anunciando su presencia a través de sus olores, pero no con intensidad, de modo que signifique una amenaza peligrosa.
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¿
Por qué el gato pasa tanto tiempo lamiendo su
piel? |
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La respuesta
obvia es para mantenerse limpio, pero hay mucho más para tener en cuenta.
Además de limpiar el polvo y la suciedad o los restos de la última
comida, el lamer repetidamente el pelaje ayuda a alisarlo, para que así
actúe como una capa aisladora mucho más eficiente. Una capa rizada es
muy poco aislante y eso constituiría un serio peligro para el gato
durante el helado invierno.
El frío no es
el único problema. Los gatos se recalientan fácilmente durante el verano
y aumentan el cuidado de su piel por una razón especial. Los gatos no
tienen, como nosotros , glándulas sudoríparas por todo el cuerpo, así
que no pueden transpirar como un método fácil para refrescarse. El
jadear ayuda, pero no es suficiente. La solución está en lamer
repetidamente el pelo y depositar toda la saliva posible. La evaporación
de esa saliva actúa entonces de la misma forma que la evaporación de la
transpiración en nuestra piel.
Si los gatos
están al sol aumentan aún más sus lamidas. Esto no es, como podría
imaginarse, simplemente porque tienen más calor, sino porque la acción
del sol en su piel produce la vitamina D que es fundamental. Así
adquieren esa imprescindible sustancia agregada a su dieta por los
movimientos de la lengua, lamiendo la piel calentada por el sol.
El lamido del
pelo también aumenta cuando los gatos están agitados. Eso se llama aseo
sustitutivo y se cree que actúa como una ayuda para aliviar la violencia
de los tensos encuentros sociales. Cuando nosotros estamos en un estado
conflictivo, a menudo “nos rascamos la cabeza”. Un gato, en
condiciones similares, se lame el pelaje.
Cualquier dueño
de gato que alce o acaricie a su gato tiene que estar familiarizado con
las actitudes del animal una vez que lo dejamos en libertad. Se aparta sin
rumbo fijo, se sienta y luego, prácticamente siempre, comienza a
limpiarse. Eso es en parte porque necesita alisar su pelo revuelto, pero
también hay otra razón. Al alzar el gato, usted le ha traspasado su
aroma y en cierta forma, ha tapado el olor del gato. Al lamerse recupera
el equilibrio, debilitando el olor del dueño y reforzando el propio olor
del gato en la superficie de su cuerpo. Nuestras vidas están dominadas
por señales visuales, pero en el mundo del gato los olores y las
fragancias son mucho más importantes y una dosis excesiva de olores
humanos en su piel es perturbadora y debe corregirse rápidamente. Sumado
a eso, el lamer la piel que uno ha tocado significa que el gato en
realidad disfruta “saboreándolo” a usted y leyendo las señales que
recibe del aroma de las glándulas sudoríparas de usted. Nosotros
podemos no ser capaces de oler el aroma de nuestras manos, pero el gato sí
puede hacerlo.
Por último, el
estirar vigorosamente el pelaje, que es tan típico de la acción del aseo
del gato, representa un papel especial en la estimulación de las glándulas
de la piel en la base de los pelos. Las secreciones de esas glándulas son
vitales para mantener impermeable el pelaje y el constante trabajo de la
lengua aumenta la impermeabilización como una protección contra la
lluvia.
Así que el
aseo es mucho más que una simple limpieza. Cuando se lame el pelo, el
gato se protege a sí mismo, no solamente de la suciedad y las
enfermedades, sino también del frío, del calor excesivo, de la falta de
vitaminas, de las tensiones de la vida de relación, de olores extraños y
de tener el pelo mojado. No hay que asombrarse de que dedique tanto tiempo
de su día a esa actividad.
Pero hay un
peligro inherente a esa conducta. Los gatos que están cambiando el pelo y
los que tienen pelaje largo acumulan
rápidamente una gran cantidad de pelos dentro del tracto digestivo
y forman pelotas de pelo que pueden causar obstrucciones. Habitualmente
las pelotas de pelo se vomitan naturalmente sin causar problemas, pero si
crecen mucho pueden convertirse en un serio peligro.
Los gatos con tendencia a la excitabilidad, lo que influye mucho en
el aseo, también sufren por eso. Para resolverles el problema es
necesario descubrir la causa de su agitación y ocuparse de ella. Para los
gatos que están cambiando el pelaje y los de pelo largo, la única
prevención es que los dueños los ayuden utilizando regularmente el peine
y el cepillo, para quitarles el exceso de pelo.
El gatito
comienza su aseo aproximadamente a las tres semanas de vida, pero su madre
se ocupa del aseo desde el momento de su nacimiento. El ser aseado por
otro gato es una de las posibilidades, en contraste con el aseo por sí
mismo que técnicamente se llama autoaseo. El que un gato asee a otro es
común no solamente entre la madre y los gatitos, sino también entre
gatos adultos que han crecido juntos y han desarrollado un fuerte lazo de
relación. Su función primaria no es la higiene mutua, sino más bien
fortalecer una relación amistosa que ya existe entre los dos animales. Al
mismo tiempo, el lamer en una región que al propio gato le resulta difícil
de alcanzar tiene un encanto especial y los gatos tienen predilección por
la atención que se le da a la parte de atrás de las orejas. Es por eso
que acariciar y rascar detrás de las orejas es una forma tan popular de
contacto entre los dueños y sus gatos.
Las acciones de
auto aseo, frecuentemente, siguen una secuencia establecida cuando un gato
se dedica a una sesión completa de “lavado y cepillado”. La rutina típica
se realiza de la manera siguiente:
1
Lamerse la boca.
2
Lamerse el costado de una mano hasta que quede mojada.
3
Frotar la mano mojada por la cabeza, incluyendo oreja, ojo, mejilla
y mentón.
4
Mojar la otra mano de la misma manera.
5
Frotar la mano mojada por el otro costado de la cabeza.
6
Lamer las patas delanteras y los hombros.
7
Lamer los flancos.
8
Lamer los genitales.
9
Lamer las patas traseras.
10
Lamer la cola desde la base a la punta.
Si en cualquier
etapa de ese proceso
encuentran una obstrucción - por ejemplo pelos enredados – se abandona momentáneamente
la lamida para mordisquear la zona. Luego, cuando todo se soluciona, se
continúa con la secuencia del aseo. El mordisquear las uñas de las manos
y patas es particularmente habitual, para sacar la suciedad y mejorar la
condición de las uñas. Esta complicada secuencia de limpieza difiere de
lo que se ve en muchos otros mamíferos. Las ratas y los ratones , por
ejemplo usan la totalidad de sus patas delanteras para asear sus cabezas,
mientras que el gato usa solamente el costado de la mano y parte del
antebrazo. También, los roedores se enderezan en sus patas traseras y se
limpian con las dos patas delanteras al mismo tiempo, mientras que la técnica
felina consiste en utilizar alternativamente cada pata delantera, apoyando
el cuerpo en la pata que no usan.
Los
observadores humanos raramente comentan tales diferencias, notando
simplemente que un animal está ocupado limpiándose. En realidad, una
observación precisa revela que cada especie sigue una característica y
compleja secuencia de acciones.
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La mayoría de la gente imagina que si un gato
agita su cola, debe de estar enojado, pero eso es sólo una parte de la
verdad.
La verdadera respuesta es que el gato está en un estado de conflicto.
Quiere hacer dos cosas al mismo tiempo, pero cada impulso anula al otro.
Por ejemplo, su un gato llora para que lo dejen salir de noche y al
abrirse la puerta descubre que está lloviendo, la cola del animal
comenzará a agitarse. Si sale rápidamente y permanece desafiante por un
momento, mojándose, su cola se agitará con más furia todavía.
Entonces toma una decisión y, o vuelve a la confortable protección de la
casa o valientemente comienza a patrullar su territorio pese a las malas
condiciones del tiempo. Una vez que resuelve su conflicto, de una manera u
otra, su cola dejará de inmediato de agitarse.
En un caso así, es inapropiado describir el humor del gato como enojo. La
furia implica una frustrada necesidad de atacar, pero el gato que está
bajo la lluvia no es agresivo. Lo que se ha frustrado en su necesidad de
explorar, que a su vez frustra el poderoso deseo felino de mantenerse
abrigado y seco. Cuando esos dos deseos se equilibran momentáneamente uno
al otro, el gato no puede obedecer a ninguno de los dos. Atraído en dos
direcciones al mismo tiempo, permanece inmóvil y mueve la cola. Siempre
que se le presenten dos necesidades opuestas tendrá la misma reacción y
solamente cuando una de ellas sea la necesidad de atacar – frustrada por
el temor o algún desafío -, podremos decir que el gato agita su cola
porque está enojado. Si el agitar representa en los gatos un estado de
agudo conflicto, ¿cómo se origina tal movimiento? Para comprender eso, hay
que observar a un gato tratando de mantener el equilibrio en algún borde
angosto. Si siente que se ladea, su cola rápidamente se agita de costado,
actuando como un órgano del equilibrio. Si uno se coloca un gato sobre la
falta y lo inclina levemente hacia la izquierda y luego hacia la derecha,
alternando esos movimientos, podrá ver que su cola se agitará rítmicamente
de lado a lado, como si oscilara en cámara lenta. Es así como comienza el
movimiento de la cola cuando se produce un estado de conflicto. Mientras
las dos necesidades contrarias tiran del gato en direcciones opuestas, la
cola responde como si el cuerpo del animal fuera inclinado de un lado al
otro. Durante la evolución de ese agitarse de la cola de un lado al otro,
esto se convierte en una señal útil en el lenguaje del cuerpo de los gatos
y aumenta de tal manera que hace que se lo reconozca instantáneamente. Es
un movimiento mucho más rápido y rítmico que cualquier otro de la cola
para mantener el equilibrio y es fácil darse cuenta, que el conflicto que
experimenta el animal es más emocional que físico.
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